Una historia
de esfuerzo,
carácter y pasión.

Todo comienza en la España de los años 50, concretamente en el 53. Guillermo Rodríguez Alonso, hombre inquieto, luchador y de gran visión empresarial, decide cruzar el “gran azul” desde su amada Galicia, con las vistas puestas en Venezuela para construir un gran futuro.

Con 19 años y dispuesto a hacerse un sitio en el país caribeño, crea su primera mercantil, una pequeña ebanistería donde el joven Guillermo dibuja sus primeros pasos como empresario entusiasta. Desde aquí daría un salto a otra aventura empresarial, constituyendo otra mercantil dedicada a la imprenta. Más tarde acabaría montando su primera promotora inmobiliaria vislumbrando el comienzo de una historia que llegaría a ser icónica.

Después de 10 años en Venezuela, vuelve a España y conoce a la que será la compañera de este trepidante viaje, su esposa, Mari Luz Martínez.

Corren nuevos tiempos en una España de oportunidades y Guillermo, arranca con un nuevo proyecto de ebanistería, esta vez en España, al que incorpora los sistemas y procedimientos más contemporáneos del momento adquiridos en su periplo en tierras norteamericanas, lo que le hace estar a la vanguardia de esta disciplina, cosechando un gran éxito y siendo diferenciador en sus planteamientos, eje sobre el que construye el ADN de sus empresas.

Ya en los años 70, en uno de sus viajes familiares a la Costa del Sol, queda enamorado de la malagueña zona costera de Fuengirola, donde una vez más visiona una oportunidad de negocio, decidiendo promover y desarrollar un proyecto inmobiliario al que se incorporarían sus dos hijos y que finalizaría en el año 75.

Durante los años 90 la compañía decide explorar nuevos horizontes. Los dos hermanos Rodríguez Martínez, brillantes y adelantados arquitectos formados en la prestigiosa universidad norteamericana de Berkeley, EE.UU., continúan sus carreras profesionales en otros sectores de actividad hasta que en el año 98 retoman la compañía promotora inmobiliaria junto a un vanguardista y moderno estudio de arquitectura donde diseñar, proyectar y construir las primeras promociones de viviendas, lo que sería el génesis de la marca Reserva del Higuerón.

Han pasado casi 30 años de una gran historia de esfuerzo, lucha, carácter y pasión para construir una marca reconocida y respetada internacionalmente.

En el año 2015, Guillermo Rodríguez Martínez, el mayor de los hermanos y afamado arquitecto “Cum Laude” de Berkeley, cofundador de la marca y estilo de vida Reserva del Higuerón, lanza su propia enseña, Reserva del Higuerón Privé.

Manteniendo la filosofía y los altos estándares de calidad y servicio de la marca de origen, Guillermo hijo impulsa un nuevo espíritu, asociado a viviendas con marca, con el Lifestyle de Reserva del Higuerón. Se diferencia por su arquitectura vanguardista, elegante, sutil, diferencial, que siempre lo ha caracterizado, dando a cada residencial un toque de distinción y valores asociados a sus futuros propietarios, para que sientan su propiedad como el hogar que ellos mismos hubieran dibujado para contar una parte de la historia de sus vidas.

Este es el
nuevo reto de

Guillermo
rodríguez
martínez;

Crear casas con marca para personas que buscan viviendas personalizadas. Una marca de viviendas con alma y corazón, donde las personas son el eje principal de inspiración de cada nuevo proyecto arquitectónico.